domingo, 27 de febrero de 2011

forced headshave in braz quizshow.flv

Speed up haircutting

Pelado

My New Haircut (Faunt)!

Bienvenue chez les marines !

Sin un pelo de tonto.

frizerie la restaurant la Dorobantu

Raspa o cabelo xD

SHORN

MI PRIMER RAPADA (By Jerry RM)

Me he rapado 6 veces pero como la primer rapada no hay otra, es inolvidable. Sucedió en agosto de 2004 cuando tenía 15 años iba entrando a la prepa, de hecho esa era la tradición. Yo queriendo entrar a la una buena universidad decidí ir ahí, nadie que se quedara en mi pueblo lo lograba y únicamente los que estudiaban fuera lo habían logrado de hecho la prepa tenía un nivel alto de aceptación en universidades, entrar a esa prepa no era fácil, se realizó un examen de admisión del cual muchos no pasaron pero en fin me aceptaron y ahora venía lo traumático “la rapada”, bueno la mayoría lo veía así la verdad es que yo desde hacía ya tiempo lo había querido hacer pero jamás me había animado más que nada por las burlas de la familia y amigos.

Todas las vacaciones antes de entrar a la nueva escuela mis hermanos que ya eran mayores que yo se la pasaban recordándome lo que pasaría dentro de poco tiempo, eso era algo innecesario ya que yo lo tenía presente todo el tiempo. Era la tarde de un día antes de empezar en la nueva escuela y me puse a pensar “¿porque si mañana me trasquilaran y raparan, porque no hacerlo yo?” claro yo no me animaría a raparme solo pero si corte varios mechones de pelo con tijera que llegaban al ras de mi cabeza, pero nada notorio al peinarme no se notaban ya que me peinaba de lado y fácilmente se cubrían. Ya por la noche sentí la necesidad de seguir cortando y lo hice, por un momento me valió y corte sin pensar en si se podría seguir cubriendo o no, total al día siguiente me raparían, me hice un gran rodete sin pelo de aproximadamente 4x4 cm, después de eso, me fui a dormir bueno por decirlo así porque realmente no dormí mucho esa noche era demasiada la ansiedad de lo que pasaría al día siguiente.

Al día siguiente por la mañana lo primero que hice fue tratar de peinarme y ocultar la gran trasquilada que me había hecho, fue algo difícil pero se logró ocultar, solo alguien que pusiera atención se daría cuenta, aunque realmente no me importaba mucho ya que en unas horas estaría completamente rapado al cero.

Al llegar a la escuela estaba muy nervioso veía a todos los estudiantes de grados más altos preparando sus tijeras para lo que sucedería en unos minutos. Nos hicieron ir al gran auditorio de la preparatoria donde después de esperar un rato llego el director, este nos dio su discurso de felicitaciones y nos explicó como se manejaba la escuela cuando termino de decirnos todo eso comenzó a decir lo que nadie en ese momento quería escuchar diciendo “bueno muchachos pues ustedes ya conocen la tradición de nuestra escuela así que no se resistan porque los podrían herir además nadie se salva si no los rapan hoy será mañana, así es que mejor déjense” también nos indicó que en las canchas estarían algunos estudiantes con máquinas para que nos emparejaran al terminar de decir esto se abrieron las puertas del auditorio y se escuchó como los estudiante empezaron a gritar en coro “pelo, pelo, pelo, pelo” una y otra vez sin parar, nadie se animaba a salir del auditorio así que comenzaron a entrar y a trasquilar, después de un rato empezamos a salir en fila porque solo de esa forma nos dejaban salir en ese momento sentía como caía mi pelo en trozos cuando por fin me dejaron note que no me habían cortado mucho bueno eso creía porque realmente no podía verme solo sentía mi cabeza trasquilada, mis planes eran ir a una peluquería a que me emparejaran así que entre más largo me lo dejaran mejor. Después de esto me fui a mi salón donde iniciarían las clases de inducción, pensé que el maestro ya estaría pero cuál fue mi

sorpresa que el maestro no llegaba, ya estábamos varios en el salón viéndonos unos a otros como teníamos nuestras cabezas trasquiladas cuando de pronto comenzaron a entrar más alumnos con sus tijeras y siguieron trasquilándonos, uno de mis compañeros tenía unas grandes patillas que todavía no le cortaba pero le duraron poco porque uno de los que entro al salón con sus tijeras dijo “miren vamos a cortar sus grandes patillas” mi pobre compañero se defendió un poco pero finalmente se las quitaron. Después llego el maestro y comenzó con su clase, pasado un rato llegaron dos de mis compañeros ya con sus cabezas completamente rapadas, solo tenían como un milímetro de pelo, cuando los vi pensé “que decepción creía que les pasarían la maquina al cero” lo que yo no sabía y me entere después era que ya estaban rapados con la cero solo que yo creía que la maquina al cero era completamente afeitado, después de esto paso un maestro y nos hizo nuevamente la invitación de ir a las canchas a que nos terminaran de rapar, la verdad es que yo no quería ir ya que tenía planes de ir a la peluquería pero uno de los rapados que acababa de llegar me dijo que me convenía raparme de una vez que si no, no me dejarían en paz así que tome su consejo y me dirigí con varios de mis compañeros a las canchas donde finalmente me dejarían completamente calvo, cuando íbamos cruzando las canchas nuevamente escuche como entonaban en coro “pelo, pelo, pelo, pelo.” llegando al lugar indicado vi que había 4 estudiantes con máquinas rapando y muchos más riendo, me quede viendo como nos rapaban uno a uno pero yo no me animaba a sentarme así que permanecí un tiempo ahí, vi como uno de nosotros se sentó en la silla y después de raparlo con la maquina al cero le dijeron que le convenía afeitarse la cabeza en su casa ya que se veía bastante mal que solo tuviera una parte de su cabeza afeitada. Después de un tiempo me anime y me senté en la silla, comenzaron a rapar la parte de atrás de mi cabeza jamás había sentido la maquina al ras, fue genial sentir la máquina, vi como terminaba de caer todo mi cabello al suelo cuando por fin paso la maquina por la parte de arriba y termino. Me levante de la silla y me dirigí a mi salón cuando iba caminando a mi salón pase mi mano por mi cabeza para tirar lo pequeños pelos que hubiesen quedado, la sensación de mi cabeza rapada fue increíble creo que solo lo puede entender alguien que se ha rapado. Ese día terminamos rapados alrededor de 200 estudiantes.

Al terminar el día de escuela me dirigí a la salida ya con mi cachucha, casi salía cuando uno de los estudiantes me detuvo y me obligo a quitármela para verificar que realmente estaba rapado al verme me dejo en paz pero escuche como otro le decía que me quitara la ceja cosa que no paso porque alcance a irme. Ya estando en casa uno de mis tíos después de las burlas y todo me dijo que me afeitara que así me saldría mejor el pelo pero no le hice y aun me sigo arrepintiendo de no haberlo hecho. Me gustó tanto estar rapado que al medio año en las vacaciones de diciembre me rape nuevamente pero esta vez lo hice yo mismo y con afeitado pero esa es otra historia.

martes, 22 de febrero de 2011

UN CORTE DE VERANO

Tengo tres hermanos que siempre llevan el cabello bien cortito con una precisión militar. El mayor siempre lleva los costados afeitados y acostumbra dejarse un copete. Los otros dos son gemelos y a ellos siempre los he envidiado. Uno de ellos se afeita la cabeza diariamente pero se deja una barba o lo que es mas bien una sombra de bellos en el rostro. Siempre usa gorras y viste como pandillero aunque a veces parece mas bien un reggaetonero. El es rubio al igual que yo, mientras que nuestros hermanos tienen pelo castaño. Bueno pues, al segundo gemelo nunca le ha pesado experimentar con su cabellera. Cuando era joven llevaba la cabeza rapada como los demás, de hecho, nuestros padres siempre nos pelaban a todos por parejo para economizar. Según ellos era mas sencillo y necesitaba menos cuidado. Una ves al mes nos sentaban en la cocina nos echaban una sabana encima y nos metían la maquila. Yo siempre lloraba incontrolablemente, mientras que los demás esperaban ansiosamente la rapada del mes. En cuanto íbamos creciendo nos comenzaron a dar mas y mas libertad, mandando nos a la peluquerías y dejando nos hacer con nuestro pelo lo que quisiéramos.

Al gemelo que le gustaba experimentar con su pelo, lo ha llevado con cresta, con flequillo, en mohicano, y hasta se lo ha dejado crecer largo hasta el hombro. Al cansarse de traer una melena larga se encerró en el baño y se metió la maquina el mismo. Como compartíamos la misma recamara me toco oír cada tijerazo que se metía, y hasta sentir las vibraciones de la maquina. Me sentía poseído por una sensación extraña al pensar que la cabellera largo de mi hermano esta cayendo tupidamente al suelo. Al acabar esta escena salio del baño con una gorra puesto y sin decir nada. Entre yo nerviosamente no mas que para ver el montón de pelo tirado en la basura. Desde entonces siempre ha llevado el cabello corto, con varias variaciones, pero siempre cortito.



Ahora los tres están bien peladitos y yo me he dejado crecer una cabellera envidiable. Mi pelo rubio medio ondulado es la envidia de mis amigas, a las que les encanta cepillarlo y trenzarlo. Mis amigos me dicen que me parezco a Samson porque siempre me preocupo por la apariencia de mi cabello. Mis hermanos siempre me dicen que soy un greñudo, y me amenazan diciéndome que me van a cortar el mechero o que me van a llevar con el peluquero. Y aun peor me recuerdan de los horrorosos cortes que nos hacían en la cocina.



Esta mañana me bañe, me vestí, y me hice una cola de caballo. Estaba listo para salir con mis amigos. Habíamos planeado un partido de futbol por la tarde y yo estaba preparado para un día de diversión.

Pero no fue así. Antes de salir, me encontré con uno de mis hermanos, el mayor, que estaba por salir. Me dijo que iba a la peluquería para hacerse un corte y me pregunto si quería que me dejara de pasada en la casa de mi amigo Mauricio. Le dije yo que se lo agradecería porque ha estado haciendo demasiado calor y yo no tengo automóvil, de hecho, ni tengo la edad necesaria para conducir en los Estados Unidos. Tengo quince anos y cumpliré los diez y seis en pocas semanas. Bueno pues, salimos de la casa montamos al caro y ya se imaginan lo que estaba por suceder.



En ves de llevar me a la casa de Mau me llevo a la peluquería de nuestro vecino Sebastian. El y mi hermano son de la edad, fueron compañeros de escuela, y siempre se han llevado bien. Al llegar no hice demasiado escándalo porque pensé que al acabar con su corte de pelo iba a llevarme a donde habíamos quedado. Como no había nadie en la peluquería, mi hermano se sentó en la silla y le dijo a Sebastian que quería que se lo cortara a lo militar, al uno por arriba y afeitado por los costados. Procedió el peluquero a poner le la capa y a raparlo como se lo había pedido.



En vez de platicar entre ellos tomaron la oportunidad para hacer me preguntas sobre mi cabello. Como no acostumbro hablar con tipos como Sebastian me sorprendió que fuera tan platicador. Me pregunto por que me lo había dejado crecer tanto, y que porque lo traía en una cola de caballo, y que si no me canso de cuidarlo tanto. Yo le conteste tranquilamente sin pensar que sus preguntas estuvieran cargadas con una pasión fetichista.



Al terminar con el corte de mi hermano me pedio que tomara asiento en el sillón. Quería cortar me las puntas, y como tenia meses de no cortármelo pensé que no seria mala idea. Me pare de la banca en donde estaba sentado y me acerqué a la silla. Viéndome al espejo camine asea la silla y me senté en la silla que aun estaba callantada por el calor corporal de mi hermano. Me ato la capa y tomo unas tijeras para cortarme el elástico con el que tenia recogido mi cabello. Con un tijerazo se desato la cola dejando caer una cascada de cabello rubio, ondulado, y reluciente en la luz del día que entraba ferozmente por la venta. El peluquero tomo un sepillo y empezó a cepillarlo, no porque le hacia falta pero porque se le antojaba. Que le iba decir? No me convenía desquiciar el hombre al quien le estaba confiando mi cabellera tan querida. Después de minutos de silencio mi hermano abrió la bocota para decirme que me convenía un buen cambio de “look”. Sebastian estaba de acuerdo. Y yo sentadito como borrego. Hablaron entre ellos extrañamente, me hechizaron con su platica encantadora hablando de números y medidas, de formulas y de fracciones, me sentía poseído por un deseo de entregarme por completo a la citación y dejar que hicieran lo que se les antojara.



Con la tijera en mano Sebastian se me acerco, cojillo mechón tras mechón cortando toda la greña que se le pusiera en frente. El greñero caía al suelo como plumas que había abandonado una ave a medio vuelo. Después de haber podado esta mata quede trasquilado en ves de parecerme a Samson me parecía a Medusa. Para remediar este problema, Sebastian tomo la maquina y me la paso al dos. Pasada por pasada veía caer los últimos rasgos de cabello que me quedaban. El sonido tan bruto de la maquina me recordaba del escalofrío que sentí al presentir la rapada de mi hermano (el gemelo). Al terminar de recortarlo con la navaja, me desato la capa y la sacudió en frente de mi mostrándome la cabellera que se había acumulado en el piso. Me paso un cepillo para quitarme los pelitos que habían quedado pegaditos en mi cara. Me pare y se me hacia difícil no pisar en la carpeta acojinada de mi cabello rubio que quedo en el suelo. Me puse mi gorra y al ver me reflejado en el espejo me parecía mas bien a mi hermano (el rubio.) Me sentí una ves mas como uno de ellos, y pensé que no seria mala idea continuar con un corte rapado por un buen tiempo....por lo menos hasta el fin del verano.

miércoles, 16 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

sam bradford

haircut

haircut from The Illuminated Thread on Vimeo.

Cambio drástico involuntario

Fue sábado por la mañana, me metí en la ducha antes de desayunar , cuando salí de la ducha me peine y pensé que tenia que ir a mi peluquero habitual para ir esta semana a cortarme el peloa, para ir guapo a la boda de mi amigo el próximo Sábado. Fui a desayunar, y seguía pensando en cortarme el pelo y como cortármelo esta vez, pense en que me lo cortara mas corto que ya me cansaba estar tanto tiempo delante del espejo para levantarme el flequillo. En esto que me llamo mi novia para quedar a comer, y después de un rato le comente que esta semana quería ir a la peluquería, ella me dijo que había pasado por la puerta y estaba cerrada por vacaciones. Entonces cuando colgué pensé que tenia libre la mañana y para que esperar, cogí y le dije a mi padre que si la peluquería del barrio seguía abierta, me dijo que si, que el todavía iba allí y que el peluquero cortaba muy bien el pelo, que lo cortaba a navaja como los peluqueros de siempre. Mi padre es un hombre con un corte de pelo normal clásico y bien repeinado. Entonces me decidí y fui a la peluquería, una vez llegue a la puerta me dije – ahora como le digo que quiero el pelo?. Me empecé a poner algo nervioso y entre. Habían reformado toda la peluquería estaba muy moderna y bonita. Dentro estaba el peluquero Rafa de unos cuarenta años pero modernito y sentado un caballero de unos cincuenta años cortándose el pelo, El peluquero le estaba cortando el pelo a navaja como me había comentado mi padre, era un corte clásico con la raya al lado. Yo entre, y salude y el peluquero me respondió, y me dijo que me sentara un poquito que enseguida estaba con migo. Cogí una revista y empecé a pasar una hoja detrás de otra sin ver nada en concreto, no sabia que hacer. Llevaba mas de un año con el pelo corto por detrás y bastante largo de arriba tipo los modelos de ahora con un gran tupe, bastante modernito, el flequillo si no me lo levantaba me tapaba los ojos. Y ya estaba algo arto, mientras ojeaba la revista miraba a todos los chicos que salían en ella haber si alguno tenia algún corte que me gustara para decírselo al peluquero, en esto que termino con el hombre y mientras le cobraba me dijo que pasara a los lavabos. Cuando le cobro paso a lavarme y después me sentó en la silla, el empezó a peinarme y mientras me quitaba el pelo de los ojos me dijo.- Madre mía chico, ¿todos los días te levantas todo este pelo?. A lo que yo le respondí.- Si todos los días, pero ya me cansado de levantármelo. Entonces el me dijo la típica pregunta.-Bueno entonces como lo cortamos. En ese momento pensé que antes de llevarlo así, lleva la típica crestita y los lados y lo de atrás rapado al dos, era cómodo y me quedaba bien, entonces le dije.- Córteme los lados y lo de atrás al dos - El me paro y me dijo que el peine del dos se le había roto una pestaña anteriormente con un chico que había ido esa mañana y no se sujetaba en la maquina. Entonces me dijo que si quería me pasaba el uno o el tres y sin responderle me comento, que me pasara el uno que me quedaría bien y que el chaval anterior se lo había pasado al uno y se había ido muy contento. Yo le asentí con la cabeza diciéndole que me parecía bien. Entonces el tal Rafa empezó a raparme la nuca yo no veía nada, pero cuando llego al lado derecho lo vi todo blanco, pensé que hubiese sido mejor pasarme la tres pero bueno ya estaba echo y en una semana lo blanco desaparece. No me preocupaba demasiado, el siguió pasando la maquina asta que termino los laterales y me dijo.- Con la parte de arriba que hacemos lo rebajamos a la mitad. Yo le dije inmediatamente.- No mas corto que si no tengo que pasar casi el mismo tiempo delante del espejo y ya no quiero perder ni un segundo. Yo pensé, de perdidos al rio. En un principio si me lo hubiese cortado nada mas que la mitad, pero al verme tan corto los lados si me dejaba la mitad de pelo hacia arriba iba a parecer Bart Simpson, a si que era mejor que me lo cortase corto aunque se quedara algo de punta. Entonces el peluquero cogió un peine su navaja y comenzó a peinarme mi largo flequillo, lo levanto con el peine que estaba sujeto con su mano izquierda y paso la navaja con un movimiento rápido pegado a la parte superior del peine, reduciendo el flequillo a algo menos de la mitad, se quedo todo tieso y eso que estaba mojado. El peluquero siguió reduciendo de la misma manera la parte de arriba. En esto que paro y me dijo que todos los días a la misma hora pasaba lo mismo. Que desde que hizo la reforma y quito el toldo de la entrada el sol entraba por la ventana se reflejaba en el la mesita que había en la recepción, que la parte superior es de espejo y a su vez se reflejaba en el tocador y nos deslumbraba a los dos. El peluquero giro la silla, me puso mirando a la pared de manera que ya no me veía, el siguió cortando, yo solo veía caer pelo sobre mi capa, pero a parte de los primeros cortes que fueron mechones grandes, cuando me giro solo caían trocitos muy pequeños no superaban medio centímetro. También oía como sonaba al pasar la navaja pegada al peine, yo pensaba, cuando acabe este hombre se queda con la mitad del peine. Yo ya estaba tranquilo empecé hablar con el de diversos temas, a todo esto el peluquero seguía cortando y yo veía caer trocitos pequeños de pelo, en esto que entro un chaval del barrio de toda la vida, el siempre va a esa peluquería desde chico y desde que lo conozco el pelo lo lleva muy cortito al uno por detrás y arriba con tijeras, pero corto para no tener casi que peinarse. El se acerco saludo al peluquero y me miro. Entonces me dijo – No te había reconocido menudo cambio de look, casi te pareces a mi. Yo le eche media sonrisa y le conteste que estaba algo arto del tupe ese. El se sentó en una de las sillas y yo me quede un poco preocupado pensando si el peluquero este se había pasado o es que el chico al verme sin mi típico tupe y la parte de atrás tan rapadita le había sorprendido. En esto el peluquero dejo la navaja cogió su cepillo, me empezó a sacudir los pelos mientras me desabrochaba la capa por detrás y me dijo.- Bueno ya esta, ahora no vas a perder tiempo delante del espejo. Con la misma giro la silla y me mire en el espejo, la media sonrisa que tenia desapareció, estaba totalmente rapado, no lo podía creer, no se notaba ningún corte de la maquina a la parte de arriba con la navaja, la verdad es que el hombre es un fenómeno, no le hacia falta maquinilla para dejar rapado a alguien. Me quede tan blanco al verme en el espejo, que ya no se notaba la blancura de toda la cabeza con mi cara. Me levante de la silla sin dejar de mirarme en el espejo y sin decir nada me aproxime a pagar. El chaval de mi barrio se levanto y le dijo al peluquero.- Hoy quiero que me lo cortes como el chico este, me dio las vueltas y nos despedimos. Cuando salí solo hacia tocarme la parte superior de la cabeza y sobretodo intentar agarrar me el minúsculo pelo que quedaba de aquel antiguo flequillo. Llegue al coche me monte y solo hacia mirarme en el retrovisor mientras me preguntaba que porque dije (¡¡¡No mas corto que si no tengo que pasar casi el mismo tiempo delante del espejo y ya no quiero perder ni un segundo!!!) en esto que llegue a recoger a mi novia para ir a comer y cuando se metió en el coche y me vio se quedo mas blanca que yo cuando me vi. No quiso darme ni un beso y lo único que me dijo que si era tonto por cortarme el pelo así que ya tenia 28 años para estar haciendo el tonto. Yo le explique como paso, pero nadie me creyó, ni mi novia , ni mis padres todos me dijeron que yo me empeñe en cortarme ese día el pelo, y ya lo tenia todo pensado pero ahora me justifico echando la culpa al peluquero. Ahora de pelo de moda, a marine americano o modelo de Dolce & Gabana. Bueno ya crecerá.

John Fellas haircut.

haircut

haircut from Maël on Vimeo.

Grupealo en El Hormiguero