martes, 29 de diciembre de 2009
Rapado para fin de año ENVIADA POR MI AMIGO JAVA
NO CONFIES EN TUS TIOS
Las instrucciones del tío Anselmo
Corría el año 1977. Mi primo Ángel y yo estámos de vacaciones y el tío Anselmo nos invitó a pasar el verano en su casa de Madrid. Era un caballero cuarentón, soltero y chapado a la antigua. A mediados de los setenta todos los chicos usábamos el pelo largo, tapando la oreja. Nada más llegar en el tren a la estación de Chamartín el tío Anselmo nos miró fijamente a la cabeza, intuí que algo le disgustaba de nuestra imagen. Esperó a que llegáramos a casa para "leernos las cartilla". Nos dijo que estaba encantado de tenernos a su lado durante un par de meses y que se iba a esmerar para que lo pasáramos bien. Como él también tenía vacaciones nos acompañaría al zoo, parque de atracciones, Museo del Prado etc. Nosotros gozábamos pensando en lo bien que lo ibamos a pasar en Madrid, una ciudad totalmente desconocida y atractiva. Sin embargo el precio que teníamos que pagar era una obediencia total a nuestro tío común.
El tío Anselmo nos dijo que aquella tarde sin excusa deberíamos visitar al barbero. En Madrid el calor apretaba y deberíamos ponernos fresquitos. Nuestro tío no nos podía acompañar porque tenía unas gestiones que resolver. Ángel y yó, al quedarnos solos, comentamos que así seria mejor. Le diríamos al barbero que no nos cortara el pelo demasiado. Una vez hecho el corte nuestro tío se conformaría con el resultado. El tío nos había comprado ropa a su gusto, que para nada coincidía con el nuestro. Nos vistió a los dos iguales, como si fuéramos hermanos gemelos: una camisa blanca de manga corta, pantalones grises oscuros y calcetines altos de Ejecutivo también grises. Exhibir de aquella manera unos calcetines tal altos y finos nos resultó humillante, pero el tío Anselmo no nos dió opción de opinar. Nos dijo que mientras estuviéramos bajo su techo deberíamos obedecerle en todo sin rechistar.
Eran las cuatro y media de la tarde cuando llamó a la puerta el portero, del edificio, un tal Nemesio. Era él quien nos iba a acompañar local de barbería. Recuerdo que las calles estaban vacías y que el calor resultaba agobiante. En pocos minutos nos encontrábamos frente a la barbería en que nos iban a cortar el pelo. Era un establecimiento muy antiguo, con una puerta de cristal tapada por una cortina blanca corrida. Sin embargo, ésta estaba sin correr del todo y pudimos contemplar el sillón giratorio, con el respaldo de rejilla, y el armazón metálico, una verdadera pieza de museo. Tuvimos que esperar fuera unos minutos hasta que apareció el barbero. Se trataba de un señor mayor de pelo blanco. Nos saludó cortesmente y nos invitó a pasar. Nosotros le dijimos al portero que se podía marchar, que sabíamos volver solos a casa. Pero antes de irse Nemesio le dio un papel al barbero. Mi primo y yo nos miramos y nos quedamos un tanto preocupados. El tío Anselmo siempre estaba bromeando con que nos iba a cortar el pelo al rape en cuanto cayésemos en sus manos y solía cumplir sus amenazas.
El barbero nos invitó a sentarnos. Se metió en la trastienda y pudimos ver como se quitaba la camisa y se quedaba con tan sólo la camiseta de tirantes, poniéndose encima una bata blanca. Mi primo y yo empezamos a asustarnos. No sabíamos lo que nos iba a ocurrir, estábamos en manos de un señor mayor, de mentalidad trasnochada, que nos iba a cortar el pelo a su gusto. El barbero nos preguntó quién iba a ser el primero en tomar asiento. Ninguno de los dos queríamos tener aquel "privilegio" y discutíamos sobre el tema de forma abierta. Pero el viejo barbero nos hizo una pregunta: ¿Quién de los dos es el mayor?. Al llevarle a mi primo Ángel más de medio año fui yo el primero en sentarme en el potro de tortura.
El local olía a masaje Flöid y a colonia Varón Dandy. Al poco tenía colocada una inmensa capa blanca de algodón sujeta con una tira de papel blanco. El barbero sacó de su bolsillo la nota del tío Anselmo y palideció. Las intrucciones no dejaban lugar a dudas. Literalmente decía así:
Estimado sr.
Le mando con Nemesio a mis dos sobrinos. Observará que parecen dos ye-yes, llevan el pelo casi tan largo como las chicas. Espero que usted ponga remedio al asunto y me los envíe convertidos en dos hombres. Para que aprendan disciplina e higiene los va a rapar a riguroso cepillo parisién. Les mete la maquinilla del cero hasta la coronilla, y en los laterales hasta las sienes. No se ande con contemplaciones. El cuello se lo apura al máximo, con la maquinilla del doble cero. De arriba les corta el pelo dejándo como máximo un dedo. Un corte de marine, de los que me hace a mí cada quince días. Si se resisten tiene mi consentimiento para usar la fuerza. Le autorizo a darles un soplamocos si lo cree oportuno
Sin otro particular le saluda:
Anselmo Gutiérrez
El señor mayor empezó a peinar mi cabello negro, sin pronunciar palabra alguna. En la encimera tenía una maquinilla manual de púas muy estrechas. La movió en el aire, me sujetó con fuerza la cabeza y empezó a pasármela por el cogote. Sentí un escalofrío al notar la fría cuchilla en contacto con mi nuca. Tan sólo se oía el sonido mecánico de aquel instrumento metálico. Grandes copos de cabello negro caían al suelo o se quedaban enganchado en los pliegues de la capa. Sentí un cosquilleo muy placentero al dedeslizarse la maquinilla por mi cogote. Me la subía más y más hasta llegar a la coronilla. Cuando me asusté de veras fue al pasármela por la zona de las patillas. La piel blanca estaba a la intemperie y apenas asomaban unos pelillos milimétricos, duros como alfileres. Sin lugar a dudas aquel era el mayor rapado de mi vida. Tenía un nudo en el estómago. Cuando terminó con la maquinilla del cero echó mano a la del dos ceros para apurarme aún más el cuello y las patillas. También usó la maquinilla del uno y la del dos y en la zona del flequillo me lo cortó a tijera. Con la navaja me perfiló las patillas, los laterales y el cuello. Para finalizar me aplicó una buena cantidad de masaje capilar Flöid, a base de quina. Cuando me enseñó con el espejo el resultado me entraron ganas de gritar. Sin embargo, el barbero, queriéndome consolar me pasó la mano a contrapelo por la zona trasera de la cabeza y sentí un gran placer al notar la suavidad de mis milimétricos cabellos.
Mi primo Ángel fue rapado exactamente igual que yo. Al abandonar la barbería teníamos la sensación de que la gente nos miraba por la calle. Fuimos corriendo a casa, un tanto avergonzados. Nos preguntábamos cuanto tardaría en crecernos. A el tío Anselmo se le iluminó la cara al vernos tan peloncetes. Nos sobó a placer las cabezas y sonriendo de oreja a oreja dijo:
Así quiero yo a mis sobrinos. Podéis pasar la más rigurosa revista militar. Cada quince días iréis a la barbería.
UN RAPADO MAS
LOS HERMANOS
Le terminaron de rasurar la nuca y le quitaron la capa. El muchacho se paró de la silla y el peluquero, hablándoles a los otros dos hermanos que esperaban, preguntó quién seguía. Uno de ellos furioso se negó, el otro, como de 10 años pasó a sentarse.
Ahí fue cuando pude ver que clase de peluquero tenía en frente. Después de peinarlo, tomó unas tijeras y en tres pasadas, cortó todo el pelo que le cubría la nuca. Luego, levantaba el pelo con el peine y cortaba todo lo que sobresalía del mismo. Largos mechones de pelo iban cayendo con cada pasada mientras recorría toda la parte de atrás de la cabeza.
Levantó el pelo que cubría las orejas y de un solo golpe cayó al piso. En menos de tres minutos terminó de cortar alrededor de la cabeza. Siguió con la parte de arriba, cortando largos mechones. En menos de 10 minutos, el pobre niño había sido despojado de su melena .
Tomo la maquinita, la encendió y le rapó la nuca, le rebajó las patillas y todo el pelo sobre las orejas y recortó aún más el cabello en toda la cabeza. Luego, hizo un gran arco sobre sus orejas y le rasuró completamente las patillas y la nuca.
Fue horrible. Mi corazón latía rápidamente, estaba mareado de ver ese espectáculo. El pobre niño había perdido casi todo su pelo y se veía ridículo con sus orejas al aire y su nuca pelada.
Se paró de la silla y el barbero le dice al último hermano que esperaba que se subiera a la silla. Él se negó. El peluquero le dijo que su mamá iba a llegar en cualquier momento y que era mejor que colaborara. Mirando a sus dos hermanos, casi llorando, se plantó en su silla y no se quiso mover.
Bueno, pues tu te la verás con tu mamá. De repente, el barbero me mira y me dice: siéntate tú. Sin darme cuenta, me había ido acercando cada vez más, hipnotizado por el corte. La peluquería no tenía puerta, sino que daba a la calle y tenía una sola silla y una zona de espera alrededor.
Al ver la masacre del niñito, me había ido acercando que cuando me di cuenta, estaba dentro del local. Le dije turbado, no gracias, no me lo voy a cortar. Muy enojado me contestó: mira, tú eres el mayor y ya estás muy grandecito para hacer berrinches como el de tu hermano que no se quiere pelar. Tienes que dar el ejemplo.
Los niños me miraban sin entender muy bien lo que pasaba. El peluquero, por alguna razón creyó que yo estaba con ellos y me estaba casi jalando para que me sentara. Pero, es que yo.. , Nada. Mira que ya me tengo que ir a comer y su mamá va a llegar en cualquier momento. Siéntese y dele ejemplo a su hermano.
Fue tanta la energía con que me hablaba que sin saber muy bien porqué, me senté. Me puso la capa sobre el regazo y la apretó fuertemente. Volteó la silla de tal forma que quedé de espalda al espejo y empezó a peinarme. En ese momento, intenté reaccionar. “Espere, es que yo no vengo a cortarme el pelo”. Tranquilo, me contestó.
Mi pelo, tenía por lo menos 5 pulgadas a los lados y atrás y unas 7 arriba. Siempre he odiado los cortes de pelo y no sabía porqué me sentía tan atraído a ver las peluquerías antiguas.Nunca lo había tenido corto y aunque iba a salones de belleza donde apenas me cortaban un poco, invariablemente entraba con dolor de estomago y salía furioso con el peluquero. Cada vez que veía a algún compañero de colegio recién peluqueado, sentía mucha lástima y una gran ansiedad. Y de repente, estaba yo sentado con este carnicero. Mi corazón latía muy fuertemente y creí que me iba a desmayar.
Le dije:”es que yo no vengo con ellos”. Y me contestó, si.. claro y en ese momento pasó las tijeras por mi nuca. Sentí un viento helado. No había tenido destapada la nuca nunca en mi vida. Podía imaginarme, al recordar al niño, como seguramente me había cortado a ras todo el pelo que bajaba hasta el cuello de mi camisa. NO!! Grité. Espere por favor.Ya sabía que no había vuelta atrás. El corte había empezado y me vería ridículo si me paraba y me iba en ese momento, así que le dije: Solo córteme un poquito, las puntas y ya, bueno? Ya vi que eres el más llorón de todos. Se nota que no tienes un buen peluquero, mira nada más lo traes más largo que todos ellos juntos. Tú, tranquilo, relájate y toma esta revista para que te entretengas. Llevo 30 años cortando pelo, asi que sé lo que hago. Tomó nuevamente las tijeras y empezó a levantar el pelo de atrás y a cortar.
Acuérdese que solo quiero que me corte un poquito, le dije. Si, tranquilo me contestó. Lágrimas rodaban por mis mejillas al ver la cantidad de pelo que caía sobre la capa. Me di cuenta que no tenía ninguna intención de dejármelo más largo que a mis “hermanos”. Peinó el pelo sobre mi frente, cubríendome completamente los ojos y luego, snip, snip. Sentí como me arrancaba los flecos desde muy arriba. Era como una gran lluvia de pelo, mechones y mechones caían, rozándome la cara, las orejas. Me sentía muy raro, como con frio, como con menos peso, como desnudo.
Encendió la maquinita y la pasó, ayudado con su peinilla, por todas partes. Mas pelo caía. Esta vez no eran mechones grandes, sino más bien pelusilla. Sentí que el sonido de la maquinilla aumentaba de volumen mientras me la acercaba a las patillas. Puso con fuerza el filo donde empezaba mi oreja: me acababa de quitar todas mis patillas. Luego, me dobló la oreja y pasaba la punta de la maquina haciendo un gran círculo, siguió perfilando los costados y luego, atrás, sentí como marcaba una gran raya horizontal, muy arriba, bajando luego la maquinita para rasurar todo hacia abajo.
Me untó crema de afeitar a los lados y atrás y con una cuchilla, sentí como me afeitaba lo que antes eran patillas, me rasuraba en círculo sobre las orejas y me dejaba completamente afeitada la nuca. Me puso alcohol, que ardió muchísimo y volteó la silla para verme en el espejo. No podía creer lo que veía: me había cortado casi todo el pelo. La cabeza se veía muy redonda y menos de medio centímetro de pelo a los lados. Mis patillas ya no existían y mis orejas, que siempre habían estado cubiertas, ahora no podían tocar pelo por ningún lado, me había rasurado todo lo que las circundaba.
Tomó un espejo pequeño y me mostró atrás: me había cortado todo igual que a los lados y tenía una nuca completamente rasurada. En ese momento llegó la mamá de los muchachos. El peluquero le dijo que uno de ellos no se había querido dejar cortar. Ella, mirando a los dos pelados, le reclamó, diciéndole que por que les había cortado tanto, que parecían militares. El barbero algo turbado, le contestó que ese era el corte normal para los niños de esa edad.
La señora, todavía un poco indignada fue a pagar y cuando le cobraron 3 cortes, ella dijo, pero si a este no le cortó nada!!. Yo todavía estaba sentado con la capa puesta, medio zombie por todo lo que había pasado. Cuando el peluquero me señaló a miella le dijo que yo no iba con ellos y en pocos minutos se aclaró el enredo. La señora se detuvo un momento a verme y dij bueno, pues gracias por salvar a mi hijo de esa catástrofe, así que no te preocupes que yo pago tu corte… y tranquilo, que eso vuelve a crecer.
SOLO UNA HISTORIA ENVIADA POR JAVA
fue un dia de verano que decidi ir de viaje a Mexico. Alli vive un amigo mio, muy buen flaco, siempre de buen humor. Si bien me lleva algunos años, nunca
fue problema la edad. Nos conocimos chateando y logramos ser buenos amigos.
Cuando llegue al aeropuerto el estaba esperandome. Nos saludamos con un gran abrazo y partimos rumbo a su casa. Si bien yo tenia hospedaje en un hotel
del centro, el insistio en que vaya a cenar con ellos esa noche. Asi que acepte la invitacion y mas tarde el mismo me llevo a mi hotel.
Al otro dia paso a buscarme, era temprano, Yo ya estaba levantado por suerte, y me dice, tengo entradas para un partido de futbol, quieres venir? si por supuesto
respondi. Me puse unas bermudas de jean, una remera blanca y zapatillas nike, con mi gorro azul qeu me habia regalado mi tio que es oficial de policia. Subi a su auto y en el camino veo que el partido era a las tres de la tarde. Le pregunto, che Julián porque vamos tan temprano si el partido es a tres de la
tarde? el me responde: "No te preocupes, haremos un par de compras primero, luego almorzaremos y despues iremos a ver el partido.
Como el era quien conocia la ciudad acepte sin ningun cuestionamiento. Llegamos a un centro comercial y me dice, "oye Javi, estaba pensando en ir a cortarme el pelo, que tal si me acompañas y ya que esta tu tambien podrias cortartelo",
a lo que respondi: Te parece, yo creo que no., dije sin dudar. Mira me dice el, vamos que es temprano y luego nos vamos a almorzar. Pero te dije que
no lo tengo largo, el sonrio y dijo, no seas chiquilin, el cabello asi como lo traes esta mal visto aqui en Mexico.
Yo no habia notado nada raro, chicos de mi edad tenian el pelo mas largo que yo, pero bueno, acepte y fuimos. Entramos a la barberia, era medio antigua para mi gusto,
pero quedaba mal si le decia a mi amigo que no me gustaba., saludamos al barbero y este respondio, bueno,. quien se va a cortar. Julian se adelanto y dijo, mi amigo viene
por una buena peluqueada, no lo vaya a defraudar. El peluquero me miro y dijo: quedese tranquilo patrón, que su amigo va parecer otro cuando salga de aqui.
A todo esto Yo estaba medio sorprendido, Julian solo me miraba y se sonreia. El peluquero puso la capa alrededor de mi cuello, peino mi cabello y giro el sillon de manera
tal que no podia verme al espejo. En eso escuche el encendido de la maquina de podar soldados, intente girar para ver, y Julian se puso detras mio y no me dejaba ver nada.
El peluquero agacho mi cabeza, por poco toco con mi menton el pecho, y ahi escucho que dice el peluquero, media nuca o hasta la coronilla?, Julian respondio, hasta la coronilla
que quede bien sombreado.
Coronilla? sombreado? nooooooooooooooooo pense, y ahi solo senti el frio de las cuchillas de la maldita maquina. Grande mechones de pelo caian en mi regazo, con unas 10
pasadas por mi nuca hasta la coronilla yo sentia que me iba a desvanecer, Julian y el peluquero hablaban como si nada sucediera, Yo me sentia como un niño que no tiene
opciones y solo le resta esperar la orden de su papá a que diga suficiente, hasta ahi esta bien, pero no, Julian no decia nada, y el peluquero seguia pelando mi nuca.
Luego giro el sillon y siguio con uno de los costados, ahi pude ver el daño que me habian hecho, estaban pelandome a cero, ya tenia ganas de llorar. El peluquero seguia pelandome, ahora del otro lado, y en eso junto coraje y digo, "ey es muy corto, estoy pelado", el peluquero me dijo, Usted se me queda calladito que aun no termine, y volviendo a empujar mi cabeza hacia delante, volvio a pasar la maquina por mi nuca y los lados. Yo ya estaba demasiado tenso, lo miraba a Julian y podia ver su sonrisa maquiavelica, como disfrutando de mi rapada. La clipper volvio a tomar vida, esta vez tenia un peine en sus cuchillas, la poso en mi frente y avanzo hacia atras rapando el largo de mi cabello hasta dejar un casquete como los soldados, pero mas corto, era horrible, parecia un soldado yanki. Julian dijo, un poco mas por favor, asi queda bien parejito. El peluquero a esa altura y creo que nunca dudo, que el que mandaba en mi cabeza era Julian. Cuando termino su obra maestra de terror, con una navaja afeito la pelusa de mi cuello y corto aun mas mis patillas que ya estaban peladas a cero por supuesto. Me sacudio los pelitos con un cepillo entalcado y dijo listo para afrontar el dia. Yo lo mire, me miro al espejo y mis ojos por poco se llenan de lagrimas, me baje de la silla y veo que Julian estaba pagando el horrible corte de pelo, Bien pense, es lo menos que puede hacer. Pero mas asombrado me quede cuando lo veo caminar junto a mi hacia la puerta de salida. "ey, no te vas a cortar vos le dije" y me responde con una sonrisa, otro dia, aun lo tengo corto. para colmo saliendo de la peluqueria nos cruzamos con unos seis pibes de mi edad, y se sonrieron cuando me vieron. A todo esto, Julián me toma de un brazo y me dice, "ey Javi, olvidaste tu gorrita", me la puse y me quedaba grande, obvio, antes era llenada por el pelo que tenia. Subi al auto y Julian seguia con esa sonrisa en su rostro que parecia no irse jamas. Lo miro y le pregunto, ¿se puede saber que te causa tanta gracia? y me responde, "tú", siemrpe quise hacerle a alguien este corte de pelo y por suerte cumpliste mi deseo., te prometo que el proximo corte me lo hago hacer como a ti, despues de todo Javi, pensaste qeu ibas a venir a Mexico y te ibas a salvar de que te lleve a dar una buena rapada, jajaja!! bueno dije, juro que te voy a devolver el favor el dia que vengas a Argentina, como que me llamo Javier.
lunes, 7 de diciembre de 2009
PIOJOS FUERA HISTORIA ENVIADA POR DICIMAD@HOTMAIL.COM
martes, 27 de octubre de 2009
Amistad de barberia
Cuando tenia 18 años tenia mi pelo por los hombros,mi pelo es fino,lacio. y castaño y lo solía llevar en coleta. Eran los primeros dias de verano y estaba preparando los ultimos examenes de la universidad. Me levante, me duche,lavé cuidadosamente mi pelo y me lo deje secar al aire y suelto mientras iba de camino a la universidad. Aquella fue una decision erronea ya que al secarse suelto y al aire aquel pelo se descontroló y no habia manera de domarlo,fue el peor examen de mi vida,el pelo se me venia sobre la cara,se me metia en la boca....lo pase fatal. Ya de camino a casa iba muy enfadado asi es que al pasar por una barberia me decidi a entrar,estaba dispuesto a acabar con la melena. La barberia era atendida por un chico con la cabeza rapada al cero y su hermano con un corte clásico. Estaban atendiendo a 2 señores y esperando habia un chico con el pelo rapado mas o menos al #3. Fue el turno del chico,se sento y le dijo al peluquero que lo queria como de costumbre. El barbero cogio la oster 76 sin ningun accesorio y comenzo a crear una linea a la altura de las orejas al 0 que rodeaba toda su cabeza y luego de acabar paso el # 1 por la parte de arriba. En esto llego mi turno,me toco con el barbero rapado y me invito a sentarme en el sillon de cuero negro. Me puso la capa fuertemente atada al cuello y me saco el pelo que habia quedado por dentro y me pregunto a la vez que me peinaba con un peine que como lo queria. No se muy bien por que lo dije pero pedi que me pelara como el chico de al lado,quiza por que como hacia tanto que no me pelaba no supe decir,la verdad es que estuve nervioso. Al mismo tiempo vi que al chico que habia a mi lado le estaban afeitando el cuello y los lados con la navaja. El barbero me dijo que sin problema...cogio la oster al #1 y la puso sobre mi frente y me pregunto que si estaba seguro a lo que dije que si,por un momento dude pero enseguida me vino a la cabeza la mal que lo habia pasado esa mañana. Paso la maquina por toda la parte superior de mi cabeza,caian madejas y madejas de pelo sobre la capa,una vez acabo quito el #1 y con la oster comenzo a hacerme la linea al 0 que rodeaba toda mi cabeza a la altura de las orejas. Luego continuo pasando el 0 por los lados y atras,pero era un cero mas corto,le pregunte y me dijo que era el #0000. No podia creer que me estaban dejando como a un militar. Al termino de pelar al otro chico este se quedo mirando mi rapada y comento que parecia que su corte de pelo se estaba poniendo de moda y se sonrio. Al finalizar el barbero de raparme lados y atras al #0000 me pregunto que si me lo afeitaba,al principio le dije que no pero el chico que se pelo igual que yo me dijo que era mejor afeitado por que asi dura mas el rapado,en fin que tambien me afeitaron. Al levantarme del sillon no podia creer que todo mi pelo estaba en el suelo,excepto unos milimetros en la parte alta de mi cabeza. Desde entonces el chico que se rapo junto a mi y yo somos amigos y nos seguimos pelando exactamente igual y vamos juntos.Nunca me lo volveria a dejar crecer.
por fin rapado By buzzedbob
Esta historia pasó hace unos cuantos años, tendría yo unos 16, y por aquella época mucha gente empezaba a llevar ya el pelo rapado. Yo siempre me sentí atraído hacia este tipo de corte, y siempre me había tentado la idea de raparme la cabeza, pero nunca encontraba el momento de hacerlo, no me atrevía porque no sabía cómo me quedaría. Tengo el pelo oscuro y muy denso, y además me crece bastante rápido.
Siempre me hacia el mismo corte, y siempre en la barbería de mi barrio. A principios de mes, cuando el barbero me preguntaba cómo lo quería, la respuesta siempre era la misma, al dos por detrás y por los lados y con tijera lo de arriba. Aunque me pasaba el dos por la nuca, nunca lo consideré muy corto porque al tener tanto pelo no se veía la cabeza, consideraba que un verdadero rapado es aquel en el que el pelo es tan corto que se ve la cabeza.
Llevaba un par de cortes tanteando a mi barbero, sobre cómo me quedaría el pelo rapado, pero nunca me acababa de decidir, lo máximo que arriesgue en la última visita fue a decirle que probará a pasarme la maquina también por arriba, pero algo más largo, a lo cual es respondió pasándome el cuatro por arriba. Evidentemente no quedé satisfecho, para mí no era un verdadero rapado, pero ya había sentido por primera vez la maquina pasando por toda la cabeza.
Decidí que esta vez seria la definitiva, la de un verdadero rapado. Era viernes por la tarde, y me dirigí a mi barbería de siempre nervioso, sabiendo que no podía dudar o volvería a salir con el mismo corte de siempre. Cuando llegue justo salía el último cliente, directamente entré y me senté en el sillón. El barbero me dijo que si lo quería como siempre,le dije que no, que esta vez lo quería más corto para que me durara mas para el verano,y de carrerilla solté la frase que tantas veces había ensayado y nunca antes me atreví a pronunciar, pásame el uno por detrás y por los lados y el dos por arriba. El barbero ni se inmuto, siempre pensé que me diría algo o preguntaría extrañado, pero no lo hizo. Sin hablar cogió la maquinilla, le puso el peine y empezó a pasármela por la nuca de abajo hacia arriba. Empezó por la parte de atrás, por lo que yo no podía ver nada, y cada vez me estaba más nervioso esperando el resultado; hasta que por fin dio la primera pasada por el lateral. En este momento pude comprobar que realmente estaba quedando bien rapado, se me veía toda la cabeza, cosa que nunca antes había pasado.Cuando acabó con el uno cambio el peine al dos y empezó a raparme la parte de arriba, desde la frente hacia atrás, en tres pasadas me dejó la cabeza bien rapadita.
No abrí la boca en todo el corte.Estaba completamente rapado, la verdad estaba entre impactado y asustado, el cambio era bastante radical. De pronto el barbero abrió la boca por primera vez durante todo el corte,si quieres te paso la maquina al cero por detrás y por los lados, creo que te va a quedar mejor si se diferencia más de la parte de arriba. Perfecto, le dije; no podía creer lo que estaba diciendo. El barbero cogió la maquina, y esta vez sin peine empezó a pasarla de abajo hacia arriba, sentía el metal directamente contra mi piel, una sensación que no quería que terminará. Listo, por fin te atreviste y te vas con un buen high and tight, me dijo. Siempre pensé que un corte así te quedaría muy bien, pero nunca parecía que te acabaras de decidir por el rapado,por eso hoy cuando lo has pedido he preferido actuar antes de que te arrepintieras, y lo de pasarte el cero me pareció muy apropiado ya que estábamos, sabía que no te opondrías. Le di las gracias y me fui, con la cabeza peladita como siempre había querido, y sin poder parar de pasarme la mano por ella y sentir el poco pelo que quedaba. Después de este vinieron otros cortes militares que ya les contaré.
miércoles, 21 de octubre de 2009
ARTICULO
Cortarse o raparse el pelo para disimular la calvicie
Cortarse o raparse el pelo le permite acabar con el contraste entre les zonas alopécicas y las zonas en las que aun conserva una cantidad considerable de pelo.
Eficacia:
¡No ha perdido pelo, simplemente ha cambiado de look!
Ventajas:
- No estará tan pendiente del pelo que pierde
- El avance de su alopecia ya no le resultará tan traumático
- Ganará tiempo: ni lavar, ni secar, ni secar, ni peinar
- Su cráneo quedará expuesto al frío del invierno y a los rayos ultravioletas del verano
- Cortarse el pelo no tiene ningún efecto en la salud del folículo piloso
martes, 20 de octubre de 2009
Raparse, cosa de hombres
Agosto 5, 2009 de camare
Ahora que estamos en verano, y aunque no sea lo más conveniente, muchos hombres deciden raparse la cabeza. Las ventajas son muchas: define los rasgos faciales masculinos, disimula la calvicie, da amplitud a la mandíbula, es un corte fresco y fácil de mantener. Sin embargo, ¿qué consejos debes seguir para no convertirlo en un suplicio?
- El pelo debe estar seco, si no, se engancharía en las cuchillas y estropearía el aparato.
- Elige los cabezales antes de comenzar con el corte. Y empieza siempre por el cabezal mayor por si luego tienes problemas.
- Comienza por la nuca y en posición contraria al crecimiento del cabello.
- Busca un peine mayor para la zona superior de la cabeza.
- Con un peine y unas tijeras puedes darle un toque de peluquería y corregir los fallos.
- Si tu cabeza no es simétrica es mejor que no lo hagas.
- Y no olvides cuidarla con crema y protector solar.
miércoles, 14 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
RESUTADO DEL SORTEO
0- rp2madrid@hotmail.xxxx
1- miguel_angel_rapado@hotmail.xxxx
2- easiea@hotmail.xxxx
3- dicimad@hotmail.xxxx
4- javier zero
5- javierzermeno@8ampersand.xxxx
6- guapetonrapadito@hotmail.xxxx
7- rapadoalcero@hotmail.xxxx
8- rapado_sevilla@hotmail.xxxx
9- david.peluquero@hotmail.xxxx
Cada uno tiene un numero, EL GANADOR ES EL QUE TYENGA EL NUMERO CORRESPONDIENTE A LA ULTIMA CIFRA DEL CUPON DE LA ONCE DEL 12 DE OCTUBRE DE 2009.
NUMERO PREMIADO EN EL SORTEO DE LA ONCE DEL 12 DE OCTUBRE DEL 2009 A SIDO EL :
EL GANADOR HA SIDO : 0- rp2madrid@hotmail.xxxx
GRACIAS HA TODOS POR PARTICIPAR, SEGUIR PARTICIPANDO EN LOS SORTEOS Y EN EL BLOG MANDANDOME, FOTOS, VIDEOS, HISTORIAS, ETC. AL SIGUIENTE E-MAIL:
AYUDAMEARAPARME@HOTMAIL.ES
ENCUESTA CERRADA
CON MAQUINA SUPERIOR A 10 mm | (13%) |
CON TIJERAS | (0%) |
AL CERO | (22%) |
AL CERO Y AFEITADO | (63%) |
NO ME GUSTA RAPARME | (0%) |
viernes, 2 de octubre de 2009
PRIMER ANIVERSARIO
BLOG : http://raparse.blogspot.com/
E-MAIL : AYUDAMEARAPARME@HOTMAIL.ES
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Hay dias en que no se puede confiar en nadie By Andres
Llegaba el fin de semana, como todos los sabados a la mañana ayudo a mi padre en la Ferreteria. Ese dia mi papá me dijo, tenes que venir bien temprano que hay que ir a buscar unos caños de agua a la sucursal de zona sur y traerlos para el centro, porque un cliente va a venir a buscarlos. Fui como todo hijo obediente a buscar los caños con la camioneta. Cargue los caños, los lleve al local del centro y ahi me estaba esperando mi papá con el cliente. El supuesto cliente era un policia de la Federal, un tipo joven, no llegaba a los cuarenta años. Estaba vestido con su uniforme por lo que al principio no pense que era el cliente. Mi viejo me dice, Andres el oficial es el cliente, porque no vas con el hasta su casa que es a 20 minutos de aqui y de paso llevas otras cosas mas que habia comprado el policia. Bueno, dije, parece que el dia se presentaba de delivery y no me quedo mas remedio que acceder. El oficial dijo, si me esperas unas dos hora termino el servicio y te ayudo a cargar las cosas y vamos hasta mi casa. A todo esto eran las 9 de la mañana.
Al lado de la ferreteria siempre hubo uno peluqueria, de esas medio antiguas, recuerdo que de chico siempre tenia miedo de pasar por la puerta porque el peluquero parece sacado de una pelicula de militares. Ahora la peluqueria estaba igual solo que era atendida por un tipo mucho mas joven y parecia buena onda. Le pregunte a mi viejo quien era el peluquero y que le habia pasado al viejo sadico que antes trabajaba alli. Mi padre me dijo, que Carlos el peluquero anterior se habia ido a Italia y este nuevo peluquero era el sobrino. Ahi fue cuando mi viejo me dijo, porque no vas a visitarlo de paso que tenes una melena de nena que ya no puedo verte. Obviamente dije que no, pero mientras esperaba al policia para llevar su pedido a la casa, pense que talves no seria grave que me corte el pelo, total un tipo joven con buena onda no iba pelarme. A todo esto ya habia pasado una hora y media y faltaba media hora para uqe venga el policia.
Asi fue como me deicidi, tome coraje y entre en la peluqueria. El flaco me saludo y me dijo, "ya estoy con vos, termino de atender un llamado telefonico y vengo".- Tome asiento y espere dos minutos maso menos. El peluquero volvio y me dijo, veni, sentate. Accedi, el se presentó, me dijo que se llamaba Mariano y que estaba atendiendo por unos meses hasta que su tio regresara de Italia. Yo pense, ojala no vuelva, pero logicamente no dije nada. En el momento que estaba poniendome la capa veo por el espejo que el policia pasaba por la vereda dirigiendose a la ferreteria. Dije uhhh, ahora justo que ya estoy aca sentado, pero me calle la boca, supuse que mi papá iba a decirle que estaba aqui.
Mariano el peluquero me pregunto como queria el corte y antes de decir una palabra entraron por la puerta mi viejo y el policia. Lo que faltaba dije, tener espectadores!!. Mi viejo le dice al policia, esperas un toque, se termina de cortar el pelo y van juntos a llevarte los caños viejo", el policia dice, no hay problema lo espero, vaya tranquilo. Yo pensaba porque el policia me esperaba en la peluqueria y no en la ferreteria, pero pronto me di cuenta. El se paró y se acerco a la silla del peluquero y comenzo a hablar con el peluquero, le decia que el se cortaba el pelo con su tio, "oh casualidad pense". Mariano mientras hablaba olvido que me habia preguntado como lo queria y que yo no habia respondido, solo comenzo a peinar y seguia conversando. El policia me mira y me dice, che, es hora de que te hagas un buen corte, no te parece?, yo solo sonrei y dije voy a intentar dirigir a Mariano, jeje.- Mariano sonrio y tomo la clipper, le puso un peine 4 a lo que no me incomodo porque esa media no es tan grave, pero si lo fue cuando empezo a pasarla por la frente hacia atras de la cabeza. Quede como paralizado, un sudor frio corria por mi espalda, me estaba rapando al #4, mientras yo moria, Mariano y el policia conversaban del tio de Mariano. Luego de unos cinco minutos de tortura se apaga la clipper y veo que cambia el peine, no pude ver la medida, y le pregunto, Che, que medida me vas a pasar ahora? Mariano se rie, y me dice, no vas a pensar que voy a hacerte un desastre no? risas del policia y de el y me hizo agachar la cabeza empezando a pasar la maquina por la nuca, pasaba, y pasaba hasta el remolino de la cabeza. Siguio con los costados y ahi pude ver que media estaba usando. Definitivamente me estaba pelando la nuca y los costados. No podia reaccionar, solo dije, estoy quedando como el policia. Mariano dijo, es el corte que hoy todo el mundo esta pidiendo, me parece que los policias tienen competencia, jajaja!! El policia se llama Jorge, y el dijo: La verdad te esta quedando barbaro, yo te haria pelar bien la nuca a cero, pero se que en cualquier momento te pones a llorar. Ahi me mire en el espejo y pude ver que mi cara estaba roja, y mis ojos vidriosos, si alguien me decia algo mas, mis lagrimas brotarian sin lugar a dudas. Al fin termino de esquilarme, y cuando me sacudio los pelitos que quedaban pude verme. Tenia puesto bermudas, una chomba blanca, zapatillas y con ese corte de pelo, parecia un boyscout. Le pague y Mariano me dijo, che Andres, te dije que te iba a cortar el pelo bien a la moda, es lo que se usa, no te pongas mal, vas a ver que a todo el mundo le va a gustar. Yo no podia creer lo que escuchaba, y menos podia creer que Jorge el policia me pasara la mano por la nuca y me dijera, bueno soldado, listo para llevar el material hasta mi casa.
Salimos de la peluqueria y cuando mi papá me vio no lo podia creer, es mas, dijo "muy bien, muy buen corte de pelo" lo mira la policia y le dice, era necesario un policia se lo haga cortar, jaja!! Jorge tambien se rio y dijo, yo solo colaboré en la seña que le hice al peluquero don, como usted pidio. Ahi entendi que esto habia sido todo planeado, mi papá habia hablado con el peluquero y con el policia y estaban todos en mi contra, por eso caí como un niño.
Lo bueno de esto, es que aun pude ver como mi papá cree que soy un niño teniendo 18 años, y me trata de esa forma, el policia logicamente se presto al juego porque le encanta ver a los pibes rapados, y el peluquero mas aun sabiendo que yo no me cortaba el pelo desde hacia un año. Ahora tendre que esperar minimo un mes para que no me sigan diciendo Armyboy entre mis amigos.
The End