No habían pasado ni dos segundos que me había levantado de la butaca cuando oí la voz del capitán gritandome: - Venga ponte la bata que tienes trabajo que hacer. No había terminado de ponermela cuando empezaron a entrar 4 a sentarse en las butacas, así que en apenas unos segundos me encontré a un chaval rubio con el pelo bastante largo sentado delante mío
Mientras los otros barberos ya les habían colocado la capa yo todavía estaba paralizado hasta que un chillido del capitán me espabiló: Quieres ponerle la capa ya de una puta vez y empezarle a rapar.
En la repisa debajo del espejo estaba la capa y la maquina, le puse la capa y a continuación cogi la máquina mire la cuchilla todo estaba en orden así que la encendí, el me miró como asustado y comence a pasaarsela por la nuca con bastante miedo porque todavía no me creía lo que estaba haciendo. Grandes mechones iban cayendo mientras en la parte trasera de su cabeza se iba divisando la piel blanca en ese momento empecé a disfrutar seguí pasandole con mucha más decisión la máquina esta vez ya por la frente en un par de minutos estaba completamente rapado.
Le quite la capa se levanto tocandose la cabeza me miro y guiñandome un ojo me dijo: Me lo he pasado genial.
No acaba de haberse ido cuando otro chaval moreno se sentó esta vez, ya con más decisión comenzé por la frente en ese momento uno de los barberos dijó: Miraló ya a empezado a cogerle gustillo - riendosé y la verdad que acertó.
Luego siguieron pasando uno tras otro chicos no los conté pero unos 25 más o menos tuve la suerte de rapar, nunca he disfrutado tanto como ese día.
Al terminar el capitán se acerco y me dijó: Buen trabajo ya hay otro barbero mas en el cuartel. Luego esto no fue así porque me trasladaron pero aquel día no lo olvidaré.
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